*Abandonados*
/En las montañas de Sibilia, cerca del centro de la cordillera que da origen al Río San Cristóbal, cuyas aguas son asombrosamente calientes por la acción termal, fue encontrado el siguiente diario entre los escombros humeantes de la choza del eremita teólogo cuyo nombre se ignora./
Robé este manuscrito, que ahora transcribo, de los sótanos del ... en el Vaticano.
"Al final de mis investigaciones, y con el poco claro fin de ordenar mis descubrimientos y legarlos, me he decidido a escribir este diario.
Estaba seguro que Dios no se sujetaba a regla alguna, humana o divina, OMNIPOTENCIA.
Los teólogos, los escolásticos y alguna otra fauna metafísico-cristiana tenemos la costumbre de investigar cosas de poco provecho práctico. (Puedo jurar que yo hubiera querido pertenecer a la gran mayoría).
Giordano Bruno murió en la hoguera por declarar la pluralidad infinita de mundos.
El cosmos, las realidades, tantas cosas que explicar antes de quitarme la vida. El cielo, el infierno, y Dios, el Creador y Jesús.
El Universo existe en tantas formas, en tantas perspectivas y parodias de sí mismo, que se originan por sutiles e insulsas manipulaciones en el hilo del tiempo. Desde un principio, que es inconcebible, hasta un final que no por ser imaginable es menos horroroso.
Realidades, suena extraño, r-e-a-l-i-d-a-d-e-s.
¡¡¡Tú!!! ¡¡Qué lees esto!! ¿Sabes que pasaría si dejaras de leerlo? ...Si no lo hubieras leído, o si yo no lo hubiera escrito.
Todo es posible y, si la decisión de cambiar no es elegida, hay otra realidad en que la página es cambiada, y esas realidades se separan nuevamente separadas por otras decisiones posteriores que dan origen a miles de caóticas realidades y que habían sido creadas por realidades indistintas desde el principio de los tiempos. Y no es menos real lo que pueda haber ocurrido que lo que está ocurriendo, de hecho todo está ocurriendo.
El cielo y el infierno, ¡qué estupidez!, como se puede creer en la inmortalidad del alma cuando se premian o se castigan las acciones de ochenta años con los infinitos venideros. (Esto ya lo dijo Borges).
La idea de Dios dominando mi mente, creando, omnipotente, omnisciente, sin errores. ¿Omnipresente en todas las realidades?
El creador armonizándolo todo, ordenándolo todo.
¿Infalible? ¡Maldición, no!
¿Por qué la injusticia? ¿Por qué dar al mundo un hijo y matarlo de forma horrenda para que se cumpla un pacto y sea recordado? La matanza y su simbolismo estúpido. ¡La salvación! ¿De qué...!
Planteé en un concilio que Dios estaba loco, o ... como dijo Bradbury era un humorista. "El inventor de la jirafa, el avestruz y el hombre, ¡tiene que ser un humorista!"
Planteé que su obra era mejorable, al menos en los detalles era mejorable. Hasta en lo que se refiere a la vida misma.
Me replicaron: "Hermano, Dios no tiene porque saber biología".
Solo hay una explicación.
Dios está ausente de esta realidad; y quizás de todas la que no le satisfacen. Quizás cuida un solo hilo del tiempo y deshecha las demás como desperdicios. Quizás existen variaciones infinitas de Dios, (infinitamente perversas), derramadas por las realidades, reinando por sobre el caos.
El cielo y el mundo dogmático se diferencian del averno en una sola cosa, la presencia de Dios y ... su ausencia.
El cielo tal vez no exista, tal vez esa diferencia recién citada signifique que la realidad que goza de su presencia es el paraíso, y que Dios no estaba equivocado, que Jesús, junto con muchas otras cosas debía ser olvidado.
Eso significa que estamos en el infierno, y lo que es peor aún, que estamos ... Solos.
Enviado por escepticismo a las 23:19 | 9 Comentarios | Enlace
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