Hola, Lorena... saludos desde el otro lado del Atlántico. (De paso, aprovecho para mandaros saludos a todos: Claudio nos está informando de todas las actividades que teneis, y lo cierto es que nos da un poco de envidia no poder estar por allá con ustedes... aunque como aquí está a punto de comenzar el verano y allá el invierno, creo que aprovecharé para quedarme por este hemisferio con el calorcito... y viajar por Uruguay cuando llegue el buen tiempo).
A mí también me preocupa a veces el futuro. Me preocupa casi constantemente, porque lo cierto es que nunca sabes qué va a ocurrir, y cuando uno se pone a pensar en ello, vemos cómo tenemos mucha responsabilidad: lo que hacemos lo van a tener que arreglar (si es que lo hacemos mal) los que vengan después.
No sé si un día conseguiremos que todos tomemos conciencia de esa responsabilidad con el futuro. Pero tienes razón, la verdad es que da un poco de vértigo pensar cómo todo evoluciona y cambia.
En el sitio donde nací, en el País Vasco, tienen una lengua muy antigua y difícil de comprender, aunque también es muy bella. Un poeta y cantante hizo hace mucho tiempo un poema que contaba algo parecido a tus pensamientos.
El poeta es Xabier Lete, y la canción se titula "Izarren hautsa", es decir, "polvo de estrellas". Comienza así:
"Izarren hautsa egun batean
bilakatu zen bizigai,
hauts hartatikan uste gabean
noizpait ginaden gu ernai.
Eta horrela bizitzen gera
sortuz ta sortuz gure aukera
atsedenik hartu gabe."
Te lo traduzco, porque realmente se lee "raro"...
El polvo estelar, un día,
se convirtió en germen de vida,
y de ese polvo, sin pensarlo nadie
aparecimos nosotros.
Y por eso, vivimos,
de bote en bote, nuestras decisiones,
sin poder tomar ni un momento ocioso.
Saludos
javier armentia
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