Buenas noches, Reinaldo (aquí es ya de noche, y por allá aún estais disfrutando el atardecer...)
Yo también me maravillé cuando escuché por primera vez que el número de estrellas del Universo es parecido al de los granos de arena de todas las playas de nuestro planeta.
Desde luego, nunca me puse a contar ni siquiera cuántos granos de arena caben en una cucharadita, pero me pasa siempre, ahora, cuando voy a la playa, que me acuerdo de esa frase. Te lo cuento, porque es un poco una tontería, pero siempre me deja un poco de vértigo:
en la playa, siempre me fastidia que se te queden pegados los granitos de arena entre los dedos del pie. Sobre todo cuando intentas calzarte para salir... ¡no hay manera de limpiarse del todo y siempre acabas con arena en el zapato! Pues a mí me pasa que cuando llego a casa y doy la vuelta al zapato, haciendo que los granos que me llevé de la playa caigan sobre el fregadero, me quedo mirándolos, pensando que es como si a una galaxia le hubiera robado un cúmulo de estrellas. ¿Y si uno de esos granos fuera nuestro propio Sol? Imagino un enorme gigante que se sacude el Sol de su zapato tras una tarde en la playa...y nosotros dando vueltas por su culpa.
¡Vaya! Creo que hoy volví a tomar demasiado el Sol...
Saludos
javier armentia
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